martes, 12 de mayo de 2009

Mujer, yo hubiera sido tu hijo,
por beberte la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y
tenerte en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos y
adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío y
saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría amarte,
amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía amarte más.
Y todavía amarte más y más.
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2 comentarios:

  1. ME ENCANTA. MAS QUE ESO,me asombra esa obsesion de integracion de amor. Hermoso, amora, mas que hermoso....¿de donde lo sacaste??

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  2. ME GUSTA MUCHO!!!!!!!!!!! LO LEO Y ME GUSTA MAS Y MAS Y MAS Y MAS...

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