martes, 18 de agosto de 2009


Tú, que hieres
.
Arrebatadamente te persigo.
Arrebatadamente, desgarrando mi soledad mortal,
te voy llamandoa golpes de silencio.
Ven, te digo como un muerto furioso.
Ven. Conmigo has de morir.
Contigo estoy creando mi eternidad.
(De qué. De quién).
De cuando arrebatadamente esté contigo.
Y sigo, muerto, en pie.
Pero te llamo a golpes de agonía.
Ven. No quieres.
Y sigo, muerto, en pie.
Pero te amo a besos de ansiedad y de agonía.
No quieres. Tú, que vives.Tú, que hieres
arrebatadamente el ansia mía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario